domingo, 22 de junio de 2014

Lírica ¡Voces de la calle!

“Digo que hay que ser vidente, hacerse vidente. El poeta se hace vidente por un largo, inmenso y razonado desarreglo de todos los sentidos. Todas las formas de amor, de locura; busca por si mismo, agota en sí todos los venenos, para no quedarse sino con sus quintaesencias. Inefable tortura en la que necesita de toda la fe, de toda la fuerza sobrehumana, por la que se convierte entre todos en el enfermo grave, el gran criminal, el gran maldito, -¡y el supremo sabio!- ¡Porque alcanza lo desconocido!...”

Arthur Rimbaud, La carta del vidente.


Escrita a Paul Demeny en mayo de 1871.



VOCES DE LA CALLE


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